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ODÓN: EL DOCENTE

Todo aquel que se acerque a las memorias del genio zufarense, Odón de Buen, podrá comprobar que además de ser científico, político, y creador de las estructuras sobre las que se asienta la oceanografía nacional,fue un apasionado docente, actividad a la que “dedicó todos sus desvelos, todo su entusiasmo, todo su patriotismo”.

La sabiduría popular afirma que hay profesiones vocacionales, y bien puede ser cierto, ya que Odón se dedicó desde muy joven a la enseñanza, dando clases particulares a otros compañeros de clase para hacer menos difícil el traslado de su familia en Zaragoza.

Desde su acceso a la catedra de Historia Natural de la Universidad de Barcelona con tan sólo 25 años hasta su jubilación, momento en el que ocupaba la cátedra de Mineralogía y Botánica en la Universidad de Madrid, siempre dejó huella de su carácter innovador y entusiasta. Inclusión de programa de prácticas, mejora de laboratorios, compra de material, sus innovadoras excursiones didácticas a la naturaleza son sólo algunos de los ejemplos de su fecunda labor en las Universidades que tuvieron la suerte de contar con él en su plantilla docente.

Incorfomista, nunca se acomodó, por ello siempre fustigó y criticó con dureza el atraso que arrastraba la enseñanza española en todos sus niveles en comparación con sus vecinos europeos, según decía él por ser demasiado secularizada, por “pensar muy poco en este mundo para pensar demasiado en el otro”. Su crítica también alcanzaba al sistema por el cual profesores y alumnos accedían a la Universidad, unos mediante tribunales de oposiciones amañados, otros mediante bachilleratos comprados en elitistas colegios.

Por su enconada lucha contra las injusticias y el caciquismo en el ámbito universitario, sufrió la ruda ofensa de algunos compañeros, que movidos por “por la envidia del fracasado, del inepto, del holgazán intentaron sin éxito torpedear la labor del zufariense.

El ámbito educativo al que dedicó todos sus desvelos, siempre le estuvo y estará agradecido, tal y como demostraron compañeros, alumnos, amigos en los sendos banquetes que se organizaron en su honor en Madrid y Barcelona tras su jubilación en 1933, después de !45! años de ininterrumpida labor docente.
J.Gonzalvo

Odón de Buen del Cos

Odón de Buen del Cos

2 comentarios a ODÓN: EL DOCENTE

  • Javier Puyuelo

    Buen trabajo, Javi.

    Hace un par de años organizamos en nuestro Centro de Estudios un ciclo de conferencias en el que pretendíamos adentrarnos en ese triple perfil que en Odón aparece como más acentuado: El docente, el científico y el político. Fue un intento de adentrarnos y dar a conocer su figura de manera más integral y completa, superando los tópicos y el anecdotario con el que nos había llegado, más que su legado, su mero recuerdo.
    A medida que nos vamos acercando a su obra o bien a través de sus publicaciones, cuya tarea recopilatoria está pendiente, o de los textos que hablan sobre su persona o su legado, enseguida nos percatamos de que Odón es un hombre extraordinariamente poliédrico. Sin embargo, si soy de la opinión de que lo docente en Odón es algo más que una cualidad o una vocación, es una actitud. Es una actitud que está presente a lo largo de toda su vida y que tiene su origen en la infinita curiosidad que siente ante cuanto desconoce y se concreta en ese afán por transmitir sus conocimientos del que en ocasiones nos hacemos eco con su
    “…no seáis avaros de la Ciencia que poseáis: difundirla por el pueblo, haced cuestión de honor arrancar a éste de la ignorancia…”

    Javier

  • Javier Puyuelo

    Buen trabajo, Javi.

    Hace un par de años organizamos en nuestro Centro de Estudios un ciclo de conferencias en el que pretendíamos adentrarnos en ese triple perfil que en Odón aparece como más acentuado: El docente, el científico y el político. Fue un intento de adentrarnos y dar a conocer su figura de manera más integral y completa, superando los tópicos y el anecdotario con el que nos había llegado, más que su legado, su mero recuerdo.
    A medida que nos vamos acercando a su obra o bien a través de sus publicaciones, cuya tarea recopilatoria está pendiente, o de los textos que hablan sobre su persona o su legado, enseguida nos percatamos de que Odón es un hombre extraordinariamente poliédrico. Sin embargo, si soy de la opinión de que lo docente en Odón es algo más que una cualidad o una vocación, es una actitud. Es una actitud que está presente a lo largo de toda su vida y que tiene su origen en la infinita curiosidad que siente ante cuanto desconoce y se concreta en ese afán por transmitir sus conocimientos del que en ocasiones nos hacemos eco con su
    “…no seáis avaros de la Ciencia que poseáis: difundirla por el pueblo, haced cuestión de honor arrancar a éste de la ignorancia…”